Salimos de Santiago de las Villas por un camino que sale al final del pueblo y enseguida nos desviamos a la derecha por una pista que sube con poca pendiente junto al río Torre, que discurre muy encajonado en algunos tramos, hasta su nacimiento en el collado del Fito.
Desde el collado divisamos el valle de Santas Martas, pero seguimos la pista ascendente hasta el collado que separa el pico Amargones del Alto del Palomar, dando vista a las Vegas del Palomar. Hacemos un descanso para reponer fuerzas antes de tomar otra pista en zig-zag que desciende en dirección oeste hasta llegar al arroyo de los Calderones, y seguimos aguas abajo por el fondo del valle hasta alcanzar el desfiladero del mismo nombre.
A partir de este momento el arroyo desaparece de la superficie y caminamos por el antiguo lecho de grandes cantos rodados, entre altas paredes calizas verticales. Al salir de los Calderones llegamos al Manadero, donde el arroyo vuelve a salir a la superficie. Nos desviamos por una escalera hecha en la peña que sube a la Cueva de las Palomas, donde se encuentra la ermita rupestre de la Virgen del Manadero. Volvemos al camino y lo seguimos en suave descenso hasta Piedrasecha.